Amaneció en Marrakesh, y era nuestro tercer día allí. Yo quería ir a la Menara, que es una especie de estanco con peces y una ''caseta'' en donde se hacen actos oficiales. Finalmente decidimos ir,pero andando. Compramos agua y a pleno mediodía, partimos hacia allí, a 40 y tantos grados y a unos cuantos kilómetros. Creo que jamás he pasado tanto calor. Al llegar allí me quise hacer la típica foto en la menara, pero mi cámara no se abría, ya que por el calor parecía aberse averiado. Eso, no me gusto nada, pero finalmente funciono. Por los alrededores de la menara pudimos ver los camellos, tan apreciados allí. Volvimos a la cuidad y comimos cuscus. Estuvimos dando vueltas por los zocos y comprando cosas lindas de piel. or la noche nos fuimos a cenar los famosísimos caracoles de la plaza jema el fnaa, y allí conocimos a una chica marroquí nacida en España, Sarah. estaba con su prima y nos habló amablemente. Charlamos con ella y luego nos hicimos una foto juntas.
El cuarto y ultimo día fue un poco extraño. Empezaba el ramadán, y Amaia nos dijo que en esas fechas la gente solía alborotarse y formar follón por cualquier motivo, por la falta de alimento. Yo creí que no sería tan exagerado como ella decía, pero pude comprobarlo en mis propias carnes. Ese día por la mañana acabamos de ver lo que nos faltaba de la ciudad. Por la tarde nos dedicamos a dar vueltas pero no nos gustó nada el ambiente. Yendo a la kashba pudimos ver una pelea donde un chico cogió unos cristales a modo de machete y fue hacia la pelea, en el zoco había peleas entre ellos y nos pusimos nerviosos, ( No recomiendo para nada ir a Marrakesh en las fechas del ramadán). Finalmente decidimos volver al Riad, después de haber cenado y haber visto otra pelea. En el Riad Amaia nos invitó al tipiquisimo té de menta y hablamos hasta tarde. Al día siguiente hicimos nuestras maletas y con tristeza nos fuimos hacia el aeropuerto. Se acababa mi regalo de los 18 y yo estaba triste, aunque sabia que había que volver al mundo real, a mi mundo. En el viaje de vuelta, el avión hizo cosas raras y pasamos mucho miedo, pero al final, llegamos sanos y salvos al aeropuerto de Gerona.
Este viaje ha sido uno de los mejores regalos de toda mi vida y jamás lo olvidaré. Quería agradecérselo a mis hermanos, que gracias a ellos he podido cumplir parte de mi sueño, Viajar, aprender, soñar y ser FELIZ! GRACIAS!!!! os quiero!
FIN (22/07/2012)
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